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Ver productoSi tu objetivo es ganar masa muscular, probablemente ya sepas que el entrenamiento de fuerza es fundamental. Pero, para que ese esfuerzo en el gimnasio se traduzca en resultados visibles, la alimentación – y en particular, la proteína – juega un papel clave. La proteína es el nutriente encargado de reparar y construir el tejido muscular después del ejercicio, y consumir la cantidad adecuada puede marcar la diferencia entre avanzar o estancarse.
En este artículo, te explicamos cuánta proteína necesitas al día para ganar músculo, cómo calcularla según tu peso y tu nivel de entrenamiento, y cómo repartirla de forma eficaz a lo largo del día. También te daremos ejemplos de alimentos ricos en proteína y consejos para evitar errores comunes.
¿Por qué la proteína es esencial para ganar masa muscular?
La proteína es uno de los macronutrientes esenciales del cuerpo humano, y su función principal en el contexto del entrenamiento es favorecer la síntesis de nuevas fibras musculares. Cada vez que entrenas, especialmente con ejercicios de fuerza o resistencia, generas pequeñas rupturas en el tejido muscular. Para que ese músculo se repare y crezca más fuerte, necesita un aporte adecuado de aminoácidos, los componentes básicos de la proteína.
Además, cuando el objetivo es aumentar masa muscular (hipertrofia), el cuerpo necesita estar en balance positivo de nitrógeno, lo que solo se consigue con una ingesta proteica superior a la que se necesita en estado de mantenimiento.
Pero, no se trata solo de comer más proteína, sino de hacerlo en el momento adecuado, con la frecuencia adecuada y combinándola con otros nutrientes que favorezcan su absorción y uso efectivo.
En resumen, sin suficiente proteína, el músculo no puede regenerarse correctamente, y todo el trabajo en el gimnasio puede quedarse sin recompensa.
¿Cuánta proteína se necesita al día para ganar masa muscular?
La cantidad ideal de proteína para aumentar masa muscular depende de varios factores, como el peso corporal, el nivel de entrenamiento, el tipo de ejercicio que se practica y el objetivo específico (ganancia muscular, definición, mantenimiento, etc.).
Recomendaciones generales:
Para personas que entrenan con el objetivo de ganar músculo, los estudios actuales recomiendan una ingesta diaria de entre 1,6 y 2,2 gramos de proteína por kilo de peso corporal. Por ejemplo:
- Una persona de 70 kg debería consumir entre 112 y 154 g de proteína al día.
- Para quienes están en fases más intensas de entrenamiento o en periodo de definición muscular, puede acercarse al rango alto.
Diferencias según el nivel de experiencia:
- Principiantes: pueden obtener buenos resultados con ingestas cercanas a 1,6 g/kg.
- Intermedios y avanzados: requieren más precisión y pueden beneficiarse de hasta 2,2 g/kg, especialmente si entrenan con mucha frecuencia o intensidad.
Factores individuales:
- Edad: personas mayores pueden necesitar más proteína para compensar la pérdida natural de masa muscular (sarcopenia).
- Sexo: las recomendaciones son similares para hombres y mujeres, aunque el cálculo siempre se hace en función del peso.
- Composición corporal: personas con mayor porcentaje de masa magra podrían beneficiarse de un cálculo basado en masa muscular en lugar de peso total.
¿Es mejor repartir la proteína durante el día?
No solo importa cuánta proteína consumes, sino cómo la distribuyes. Para maximizar la síntesis de masa muscular, los expertos recomiendan repartir la ingesta de forma equilibrada a lo largo del día, en lugar de concentrarla en una o dos comidas.
Distribución óptima:Lo ideal es consumir entre 0,4 y 0,55 g de proteína por kilo de peso corporal en cada una de las 3 a 5 comidas principales del día. Por ejemplo, una persona de 70 kg podría tomar entre 28 y 38 g de proteína por comida si hace 4 comidas diarias.
Esta estrategia ayuda a:
- Estimular la síntesis de proteínas musculares de forma continua.
- Evitar periodos prolongados sin aporte proteico, lo que puede frenar el crecimiento muscular.
- Aprovechar mejor los recursos del cuerpo para reparar el tejido dañado tras el entrenamiento.
El momento post-entreno:El consumo de proteína después de entrenar es especialmente importante, ya que el cuerpo está más receptivo a absorber nutrientes y reparar el músculo. Ingerir proteína de alta calidad junto con hidratos de carbono en la hora posterior al ejercicio puede potenciar la recuperación y el crecimiento muscular.
Fuentes de proteína recomendadas
Para ganar masa muscular de forma eficaz, no solo importa la cantidad de proteína que consumes, sino también su calidad. Las fuentes de proteína varían en su perfil de aminoácidos, su digestibilidad y su capacidad para estimular la síntesis muscular.
Proteína de origen animal
Son consideradas proteínas completas, ya que contienen todos los aminoácidos esenciales en proporciones óptimas: carne magra (pollo, pavo, ternera), pescado (atún, salmón, merluza), huevos, lácteos (queso fresco, yogur griego, leche) y suplementos (whey protein, caseína).
Estas opciones son especialmente eficaces para promover la hipertrofia por su alto contenido en leucina, el aminoácido más relacionado con la activación de la síntesis proteica.
Proteína de origen vegetal
Algunas fuentes vegetales también pueden cubrir los requerimientos, especialmente si se combinan entre sí: legumbres (lentejas, garbanzos, soja), cereales integrales (quinoa, arroz integral, avena), frutos secos y semillas (almendras, chía, cáñamo) y proteína vegetal en polvo (guisante, arroz, mezcla vegana).
Para quienes siguen una dieta vegetal, es importante variar las fuentes para obtener todos los aminoácidos esenciales y, si es necesario, considerar el uso de suplementos.
Suplementos de proteína
Aunque no son imprescindibles, los suplementos pueden ser útiles para alcanzar los requerimientos diarios de forma práctica, especialmente después del entrenamiento o cuando no se tiene acceso a una comida completa.
Errores comunes al consumir proteína para ganar masa muscular
Aunque la proteína es clave en cualquier plan para aumentar masa muscular, no todo vale. Estos son algunos de los errores más frecuentes que pueden frenar tu progreso:
- Consumir demasiada proteína: más no siempre es mejor. Superar los 2,2 g/kg de peso corporal de forma habitual no aporta beneficios adicionales en personas sanas y puede desplazar otros nutrientes importantes de la dieta, como carbohidratos y grasas saludables, también esenciales para el rendimiento y la recuperación.
- Descuidar la distribución diaria: tomar la mayoría de la proteína en una sola comida (por ejemplo, solo en la cena) limita su eficacia. Como vimos antes, lo ideal es repartirla en varias tomas para mantener activa la síntesis muscular a lo largo del día.
- Depender solo de suplementos: los batidos de proteína pueden ser prácticos, pero no sustituyen una alimentación completa. Una dieta equilibrada con alimentos reales proporciona otros nutrientes clave (vitaminas, minerales, fibra) que los suplementos no siempre ofrecen.
- No adaptar la ingesta al entrenamiento: no ajustar la cantidad de proteína en función de tu carga de trabajo, objetivos o progresos puede estancar tus resultados. Si aumentas la intensidad o el volumen de tus entrenamientos, probablemente también debas ajustar tu ingesta proteica.
- Olvidar el resto de la dieta: el crecimiento muscular no depende solo de la proteína. Si no consumes suficiente energía total (calorías), el cuerpo no tendrá recursos suficientes para generar masa muscular, por mucha proteína que tomes.
En conclusión, la proteína es un pilar fundamental para ganar masa muscular, pero no basta con incluirla en la dieta de forma aleatoria. Saber cuánta necesitas, cómo distribuirla a lo largo del día y de qué fuentes obtenerla es clave para maximizar tus resultados.
Recuerda que cada cuerpo es diferente. Si quieres personalizar tu ingesta de forma precisa y segura, lo más recomendable es consultar con un nutricionista deportivo que te ayude a adaptar la dieta a tus objetivos, ritmo de vida y tipo de entrenamiento.

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