Despertarse varias veces durante la noche es más común de lo que parece. Aunque muchas personas logran conciliar el sueño con relativa facilidad, mantenerlo de forma continua toda la noche puede ser un verdadero reto. Estas interrupciones nocturnas no solo afectan la calidad del descanso, sino también el estado de ánimo, la concentración y la salud general al día siguiente.
Dormir de corrido – es decir, sin despertares frecuentes o prolongados – es clave para que el cuerpo y la mente lleven a cabo procesos esenciales como la regeneración celular, la consolidación de la memoria y la regulación hormonal. Por eso, mejorar este aspecto del descanso puede marcar una gran diferencia en tu bienestar diario.
En este artículo te explicamos qué puedes hacer para dormir de corrido, repasando las causas más comunes de los despertares nocturnos y compartiendo consejos prácticos, hábitos saludables y opciones naturales que pueden ayudarte a lograr un sueño reparador cada noche.
Causas frecuentes de los despertares nocturnos
Antes de aplicar soluciones, es importante entender por qué nos despertamos durante la noche. Hay varios factores que pueden interrumpir el ciclo del sueño, y en muchos casos se combinan entre sí. Estas son algunas de las causas más habituales:
- Estrés y ansiedad: las preocupaciones acumuladas, los pensamientos repetitivos o la ansiedad pueden mantener activo el sistema nervioso en la madrugada, dificultando un sueño continuo.
- Malos hábitos antes de dormir: usar el celular, la computadora o ver televisión justo antes de acostarte, cenar muy tarde o consumir café, alcohol o refrescos con cafeína puede alterar la calidad del sueño.
- Entorno poco favorable: un colchón poco cómodo, calor excesivo en la recámara, ruidos o demasiada luz pueden provocar microdespertares, incluso si no los recuerdas al día siguiente.
- Problemas de salud: condiciones como la apnea del sueño, el reflujo, calambres o dolor crónico pueden causar despertares frecuentes. En estos casos lo ideal es acudir con un especialista.
- Cambios hormonales: embarazo, menopausia o envejecimiento también pueden alterar el patrón del sueño.
Hábitos para mejorar la calidad del sueño
Una vez identificadas las posibles causas, es fundamental adoptar hábitos que favorezcan un descanso profundo y continuo. La llamada “higiene del sueño” incluye:
- Horarios regulares: acuéstate y despiértate siempre a la misma hora, incluso fines de semana.
- Rutina relajante: dedica 30 minutos a actividades tranquilas antes de dormir: leer, meditar, estirarte o darte una ducha tibia.
- Menos pantallas: la luz azul de celulares y pantallas bloquea la melatonina. Lo ideal es apagarlas al menos una hora antes de dormir.
- Ambiente adecuado: procura una recámara fresca (18–20°C), oscura y silenciosa. Un buen colchón y almohada hacen la diferencia.
- Ejercicio, pero a tiempo: moverte a diario mejora el descanso, pero evita entrenamientos intensos justo antes de dormir.
Alimentación y suplementos que ayudan
Lo que comes – y cuándo – también influye en tu sueño. Algunos alimentos y suplementos favorecen la producción natural de melatonina y serotonina, esenciales para dormir de corrido.
- Cenas ligeras y temprano: evita cenar pesado o muy tarde. Lo ideal es al menos 2 horas antes de acostarte.
- Alimentos que ayudan: plátano, avena, huevo, yogur, nueces, almendras, pavo o pollo son ricos en triptófano, magnesio y vitamina B6.
- Limita cafeína, alcohol y azúcar: evita café, refrescos de cola, té negro, chocolate o bebidas energéticas después de la tarde.
- Suplementos naturales:
- Melatonina: regula el ciclo de sueño, útil en jet lag o desajustes de horario.
- Magnesio: favorece la relajación muscular y el sistema nervioso.
- Glicina: promueve un sueño más profundo.
- Plantas relajantes: como valeriana, pasiflora o amapola de California.
Cuándo acudir con un especialista
En algunos casos, los despertares nocturnos no se resuelven solo con hábitos. Un trastorno del sueño no diagnosticado puede estar detrás del problema. Es recomendable acudir al médico si:
- Te despiertas varias veces cada noche o pasas mucho tiempo sin poder dormir de nuevo, durante más de 3 semanas.
- Sientes cansancio extremo, irritabilidad o falta de concentración en el día.
- Presentas síntomas como ronquidos fuertes, pausas en la respiración, sudores nocturnos o sensación de ahogo.
- Ya probaste cambios de hábitos y suplementos, pero no notas mejoría.
En conclusión, dormir de corrido es fundamental para sentirte bien física y mentalmente. Si los despertares son frecuentes, revisar tus hábitos, mejorar tu alimentación y apoyarte en suplementos naturales puede marcar la diferencia. Y si el problema persiste, no dudes en acudir con un especialista. Dormir bien es salud.

Desde el equipo de NDL Pro-Health te proporcionaremos consejos para mantener un estilo de vida saludable. Compartiendo conocimientos y recomendaciones de productos para ofrecer soluciones óptimas para tu rutina diaria, para tus entrenamientos y su posterior recuperación, todo con el objetivo de ayudarte a lograr un bienestar físico y mental.