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Triple Magnesio
Ver productoEl magnesio, conocido por muchos como el “mineral milagroso”, es un nutriente esencial que participa en más de 300 reacciones bioquímicas del cuerpo. Desde mantener músculos y nervios en buen estado, hasta regular la glucosa en sangre y la presión arterial, este mineral es clave para la salud.
En este artículo nos enfocamos en cómo impacta el magnesio específicamente en la salud de las mujeres. A lo largo de las distintas etapas —de la adolescencia a la menopausia— el magnesio juega un papel importante en el equilibrio hormonal, la gestión del estrés y el manejo de síntomas del ciclo menstrual.
La idea es destacar los beneficios más relevantes del magnesio para mujeres y compartir consejos prácticos para asegurarlo en tu rutina diaria.
¿Por qué el magnesio es esencial para las mujeres?
Como ya comentamos, el magnesio es de los minerales más importantes para el buen funcionamiento del organismo, y su relevancia cobra aún más sentido cuando hablamos de salud femenina. Desde procesos hormonales hasta el equilibrio emocional y el bienestar físico, este mineral participa en funciones que influyen directamente en la calidad de vida.
En etapas como la adolescencia, el embarazo, la maternidad y la menopausia, el cuerpo vive cambios fuertes que requieren un buen aporte de nutrientes. Además de su papel en la producción de energía y la síntesis de proteínas, el magnesio apoya la salud ósea, el balance hormonal y la regulación del sistema nervioso.
En un mundo con más estrés, fatiga y hábitos alimenticios disparejos, garantizar suficiente magnesio puede hacer una gran diferencia. Entender su importancia es el primer paso para aprovechar sus beneficios y tomar decisiones informadas sobre tu alimentación.
Principales beneficios del magnesio para las mujeres
- Alivia síntomas del síndrome premenstrual (SPM): puede ayudar con cólicos, irritabilidad, hinchazón y cambios de ánimo. Además, contribuye al equilibrio hormonal para un alivio más natural.
- Apoya la salud ósea: las mujeres tienen mayor riesgo de osteoporosis, sobre todo después de la menopausia. Junto con calcio y vitamina D, el magnesio favorece la formación y mantenimiento de huesos fuertes.
- Reduce el estrés y mejora el ánimo: actúa sobre el sistema nervioso, ayuda a modular el cortisol (hormona del estrés) y favorece la producción de serotonina. Esto puede traducirse en menos ansiedad y mejor bienestar emocional.
- Mejora la calidad del sueño: promueve la relajación muscular y nerviosa, ayudando a un descanso más profundo. También puede apoyar en etapas con cambios hormonales donde el insomnio es más común.
- Apoya la salud cardiovascular: contribuye a mantener un ritmo cardiaco saludable y ayuda en la regulación de la presión arterial. Es especialmente relevante después de la menopausia, cuando aumenta el riesgo cardiovascular.
- Aumenta la energía y reduce la fatiga: esencial para producir energía a nivel celular. Niveles adecuados ayudan a combatir el cansancio, mejorar el desempeño físico y disminuir la sensación de agotamiento.
En resumen, el magnesio no solo es aliado de la salud femenina: es un nutriente clave para enfrentar con equilibrio y vitalidad los retos que viven el cuerpo y la mente en cada etapa.
Etapas en las que el magnesio es fundamental
- Adolescencia: apoya el equilibrio hormonal, ayuda con cólicos menstruales y contribuye a manejar estrés y ansiedad. Además, es clave para el desarrollo de huesos fuertes.
- Edad fértil y ciclo menstrual: ayuda a aliviar síntomas del SPM, contribuye a regular el ciclo y puede reducir la fatiga de esos días.
- Embarazo: aumentan los requerimientos. El magnesio es importante para el desarrollo del bebé, la formación de tejidos y puede ayudar a reducir el riesgo de preeclampsia. También apoya a disminuir calambres y mejorar el sueño.
- Lactancia: sigue siendo esencial para mamá y bebé. Ayuda en la recuperación posparto, combate la fatiga y apoya el manejo del estrés típico de esta etapa.
- Menopausia: con los cambios hormonales y el riesgo de pérdida ósea, el magnesio (junto con calcio y vitamina D) ayuda a mantener la densidad mineral. Además, puede apoyar con sofocos, insomnio y cambios de ánimo.
- Personas mayores: contribuye a conservar densidad ósea, reducir riesgo de fracturas y mantener saludable el sistema cardiovascular; también apoya el sueño y la función cognitiva.
Fuentes naturales de magnesio
La mejor forma de obtener magnesio es con una alimentación equilibrada. Algunas de las principales fuentes son:
- Frutos secos y semillas: almendras, anacardos, nuez, semillas de calabaza y chía. Aportan grasas saludables y energía.
- Verduras de hoja verde: espinaca, acelga, kale y brócoli, ricas en clorofila (y, por tanto, en magnesio).
- Cereales integrales: arroz integral, avena, quinoa y trigo sarraceno; aportan fibra y minerales.
- Legumbres: lentejas, garbanzos, frijol negro y edamame; además son buena proteína vegetal.
- Frutas frescas y deshidratadas: aguacate, plátano, higos; también dátiles y pasas en porciones pequeñas.
- Pescados y mariscos: salmón, caballa, sardina y atún; suman omega-3.
- Chocolate oscuro: de 70% cacao o más, en moderación.
- Lácteos: yogur natural, queso fresco y leche; además aportan calcio y proteína.
- Agua mineral: algunas marcas son naturalmente ricas en magnesio (checa la etiqueta).
¿Cuánta cantidad necesitan las mujeres?
Las necesidades cambian según edad, etapa y estado de salud. Ingesta diaria recomendada (aprox.):
- Adolescentes (14–18 años): 360 mg/día
- Adultas (19–30 años): 310 mg/día
- Adultas (≥31 años): 320 mg/día
- Embarazo: 350–400 mg/día (según edad)
- Lactancia: 310–360 mg/día
Algunos factores que pueden aumentar el requerimiento:
- Estrés crónico: puede agotar reservas de magnesio.
- Embarazo y lactancia: por el desarrollo del bebé y la producción de leche.
- Actividad física intensa: deportistas suelen requerir más para la recuperación muscular.
- Condiciones crónicas o ciertos medicamentos: por ejemplo, algunos diuréticos o antibióticos pueden afectar su absorción.
¿Cómo cubrirlo? Con una dieta variada que incluya las fuentes mencionadas. Si no alcanza, se pueden considerar suplementos de magnesio, siempre con recomendación de un profesional de la salud.
¿Se puede consumir demasiado magnesio?
Por alimentos es difícil excederse: el cuerpo elimina el sobrante por la orina. Con suplementos, un exceso puede causar molestias gastrointestinales (diarrea, náusea, cólicos). La ingesta máxima tolerable por suplementos en adultos suele situarse en 350 mg/día.
En conclusión, el magnesio es un nutriente esencial para el bienestar femenino en cada etapa. Desde la adolescencia hasta la menopausia, contribuye al equilibrio hormonal, la salud ósea, la gestión del estrés y el buen funcionamiento cardiovascular y nervioso.
Incluye fuentes naturales como frutos secos, verduras de hoja verde, cereales integrales y pescado para asegurar su aporte diario. En etapas especiales —como embarazo y lactancia— su consumo cobra todavía más importancia y, en algunos casos, puede requerirse suplementación con supervisión médica.
Mantener buenos niveles de magnesio no solo favorece la salud física; también ayuda a equilibrar el ánimo, la energía y a enfrentar con vitalidad los retos de cada fase de la vida.

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