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Colágeno Tipo II con ácido hialurónico
Ver productoA medida que pasan los años, el desgaste natural de nuestros huesos y articulaciones empieza a hacerse notar: rigidez, molestias al movernos o pérdida de agilidad son señales comunes que afectan tanto a personas activas como sedentarias. En este contexto, el colágeno se ha convertido en uno de los suplementos más recomendados para mantener el bienestar articular y óseo.
Pero ¿todos los colágenos son iguales? ¿Cuál es el mejor para cuidar tus huesos y articulaciones de manera eficaz y duradera?
En este artículo te explicamos qué tipos de colágeno existen, cuáles son los más adecuados para cada necesidad y cómo elegir el suplemento ideal para reforzar tu salud articular desde dentro.
¿Qué es el colágeno y por qué es importante para huesos y articulaciones?
El colágeno es la proteína más abundante en el cuerpo humano y pieza clave en la estructura de tejidos como la piel, los tendones, los ligamentos, los cartílagos y, por supuesto, los huesos. Funciona como un “pegamento” que mantiene unidas las estructuras, aportando resistencia, flexibilidad y soporte.
En las articulaciones, el colágeno forma parte esencial del cartílago, que amortigua los movimientos y evita que los huesos rocen entre sí. En los huesos, contribuye a su densidad y fortaleza, ayudando a prevenir su fragilidad.
Sin embargo, con el paso del tiempo (desde los 25–30 años), la producción natural de colágeno disminuye, lo que puede reflejarse en mayor riesgo de desgaste articular, pérdida de elasticidad o incluso problemas como la osteoporosis.
Por eso, muchas personas recurren a la suplementación con colágeno como apoyo para la salud de huesos y articulaciones, ya sea para prevenir desgaste asociado a la edad, a entrenamientos intensos o a condiciones articulares.
Tipos de colágeno y su función
Existen al menos 28 tipos de colágeno en el cuerpo, pero solo algunos influyen directamente en huesos y articulaciones:
- Colágeno tipo I: Ideal para huesos y tendones. Es el más abundante y aporta firmeza y resistencia. Fortalece huesos y tejidos, aunque no actúa directamente sobre el cartílago.
- Colágeno tipo II: Clave para articulaciones. Es el principal componente del cartílago articular, aportando elasticidad, resistencia y amortiguación. La suplementación con este tipo está asociada a mejor movilidad y menor incomodidad articular.
- Colágeno tipo III: Apoya tejidos conectivos. Se encuentra junto al tipo I, en piel y vasos sanguíneos. No es el más relevante para articulaciones, pero complementa.
¿Cuál es el mejor colágeno para huesos y articulaciones?
Al elegir un suplemento, no solo importa el tipo, sino también su forma, origen y si está combinado con otros ingredientes que potencien su acción. Para articulaciones, el tipo II es el más específico y eficaz.
- Colágeno tipo II no desnaturalizado: conserva su estructura original y actúa sobre el sistema inmune para proteger el cartílago y reducir inflamación. Con dosis bajas (40 mg diarios) se han observado mejoras en movilidad y reducción de molestias.
- Colágeno hidrolizado: forma predigerida (comúnmente tipo I y III) que se absorbe fácil. Apoya huesos, tendones y piel. Es menos específico para articulaciones que el tipo II, pero fortalece el soporte estructural general.
Ingredientes que potencian el efecto del colágeno:
- Vitamina C: indispensable para la síntesis natural de colágeno.
- Ácido hialurónico: aporta hidratación y elasticidad a las articulaciones.
- Magnesio, cúrcuma o boswellia: apoyan la función articular y ayudan a disminuir inflamación.
En conclusión, si tu prioridad son las articulaciones, el colágeno tipo II no desnaturalizado es la mejor opción. Si también buscas fortalecer huesos y otros tejidos, puede combinarse con colágeno hidrolizado y nutrientes complementarios.
Formatos y cómo tomar colágeno
- Polvo: común en el hidrolizado. Se disuelve en agua, café o batidos. Ideal para incluir en desayunos. Sabor neutro o con ligeros aromas.
- Cápsulas o tabletas: prácticas, sobre todo en tipo II no desnaturalizado (dosis bajas, una cápsula al día).
- Líquido: combinado con otros activos, de absorción rápida. Puede requerir refrigeración y traer saborizantes.
¿Cuándo tomarlo?: en cualquier momento del día, aunque muchas personas lo integran en la mañana o después de entrenar.
¿Cuánto tiempo?: mínimo 8–12 semanas para notar beneficios, aunque lo ideal es hacerlo parte de tu rutina continua.
¿Quién se beneficia más del colágeno?
- Adultos mayores: desde los 30 la producción baja, y con los años puede derivar en pérdida ósea o rigidez articular.
- Deportistas: entrenamientos de impacto como running, pádel o crossfit aceleran el desgaste articular.
- Personas con molestias o desgaste: en casos de artrosis leve, artritis o desgaste de cartílago, el colágeno tipo II puede ser un buen aliado (como complemento al tratamiento médico).
- Mujeres en menopausia: la caída de estrógenos acelera pérdida de colágeno y densidad ósea. Suplementar puede ayudar a proteger huesos y articulaciones.
En resumen, el colágeno es un gran aliado para mantener en buen estado huesos y articulaciones, en especial con el paso de los años o ante alta exigencia física. No todos actúan igual: el tipo II no desnaturalizado ha mostrado ser el más eficaz para cuidar el cartílago, mejorar movilidad y reducir molestias.
Elegir un suplemento de calidad, con la fórmula adecuada, puede marcar la diferencia en tu día a día. Si además lo acompañas de una dieta equilibrada, ejercicio adaptado y buenos hábitos, estarás construyendo la base para una vida activa y saludable a largo plazo.

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