Nutrición y salud: La importancia de la educación nutricional en nuestro bienestar físico y mental

La nutrición es una ciencia muy nueva en los países occidentales, pero en oriente es milenaria.  

Nutrirnos, va más allá. No podemos obviar ni olvidar que somos más que un cuerpo, que tenemos una mente, emociones y una vertiente espiritual que lo engloba todo. Muchos de los alimentos que compramos ya inciden en todo esto, porque no son aspectos desligados entre sí. Por eso sabemos que una alimentación saludable tiene repercusiones directas en las emociones y en la salud. Los excesos alimentarios no se reflejan solamente en la balanza, también en el organismo, que envejece con mayor rapidez. 

La educación nutricional: los alimentos como fuente de vida y bienestar

Un buen referente para analizar la relación entre nutrición y salud, podría ser, analizar las zonas del planeta dónde viven más personas longevas y con una buena calidad de vida. Son las llamadas zonas azules. Su alimentación, se basa en la comida real (no comen nada procesado). Consumen a diario gran cantidad de verduras y hortalizas. También fruta, frutos secos, legumbres, grasas saludables y proteína de calidad. No consumen harinas refinadas, azúcares blancos, ni aceites industriales. Aderezan sus platos con especias, hierbas aromáticas y sal marina con moderación. Se mantienen activos diariamente, cuidan las horas de descanso, viven en un entorno saludable y además conviven en comunidad como seres sociales que somos. Estas comunidades se caracterizan por tener un propósito de vivir.  

Cada vez hay más personas que quieren cuidarse, comer mejor, estar más sanas. Los hábitos de vida saludable siempre han sido y serán los mismos: alimentación natural, mantenerse activo, evitar tóxicos, evitar estrés, dormir bien, tener contacto con la naturaleza. 

1. Que la alimentación se componga de alimentos naturales sin procesar y de buena calidad.
2. Si se elimina algún grupo de alimentos, se debe analizar el conjunto de la dieta para que no falte ningún nutriente esencial. Por ejemplo, en el caso de los veganos-vegetarianos, habría que asegurar la vitamina B12 y las proteínas. 
3. Independientemente de la calidad de los alimentos, estos deben consumirse en proporciones adecuadas. Nada en exceso es beneficioso

Tener presente está frase: “Nos nutrimos de lo que digerimos”.  

Educación para una alimentación saludable

Cuando comemos, introducimos en nuestro organismo multitud de componentes cuya digestión, absorción y metabolismo depende de muchos factores: el estrés, el ejercicio, el estado mental, el estado emocional, el clima y lugar donde vivimos, lo que bebemos, y también el conjunto de la dieta. 

Sería interesante, inculcar una educación nutricional y así educar el paladar de los niños y niños, durante los primeros años de vida. Ellos observan a sus padres y madres e imitan lo que ven. Sin imposiciones, creando hábitos saludables con alimentos naturales con su sabor natural les permitirá, a la larga, establecer hábitos de alimentación que impactarán de forma positiva en su salud y ayudará para prevenir muchas enfermedades ampliamente extendidas como la obesidad, la hipertensión o la diabetes. 

 Aprender a escuchar el cuerpo, me encanta esta frase de Thich Nhat Hanh: 

“Cuando comemos con plena consciencia, consumimos exactamente lo que necesitamos para mantener saludables nuestros cuerpos, nuestras mentes y a la Tierra.” Además de tener en cuenta qué comemos, es importante tomar consciencia de cómo comemos para beneficiarnos de todos los nutrientes de los alimentos y favorecer una digestión correcta.  

Todo ello acompañado de una buena práctica deportiva. Hay que moverse.  

Gemma Bes Padros  

Nutricionista del departamento de nutrición de la Rafa Nadal Academy.